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ANTECEDENTES HISTORICOS

El Monte “El Viejo” es un área natural que se extiende a lo largo de 1.435 ha.

 

Las primeras menciones del monte aparecen a finales del siglo XII, en ésta época se le conocía como “Defesa o  Monte Defesado”. Años venideros cambiaría su nombre a “El Monte Viejo de Palencia” hasta la actualidad que se le conoce como “Monte El Viejo”. Las disputas que tuvieron lugar por la gestión del monte hicieron que éste llegara a ser un bien público que nos ha llegado en bastante buen estado de conservación hasta nuestros días.

 

A mediados del siglo XX las necesidades  de la sociedad moderna cambian, el sistema agroganadero tradicional se transforma, disminuye la necesidad de la demanda de extracción de leña y carbón del monte al hacer uso de otras fuentes de energía (petróleo y gas) hasta la total desaparición de su actividad.

 

En 1953 fue declarado como Monte de Utilidad Pública (C.M.U.P. Nº 232.2). Se realizaron trabajos de reforestación en las laderas del páramo con el fin de generar nuevas fuentes de ingresos económicos. La reforestación de estas laderas proporcionaría una rápida cobertura y se podría prevenir de los fenómenos de erosión.

 

En 1970 cesarán las actividades selvicultoras tradicionales productivas, encaminadas a realizar cortas a matarrasa,  y fueran poco a poco sustituidas por una selvicultura más conservadora.

 

En 1972 se crea una reserva cinegética de ciervos, Parque de Valdellano, que ocupa 52 ha.

 

En 2001 se aprueba la “Ordenación Forestal del Monte El Viejo”. El monte se clasifica como de Protección-Uso social, para ello las prácticas selvícolas aplicables serán aquellas que permitan volver al bosque a un estado lo más natural posible (resalveo de conversión): transformación de monte bajo a monte alto.

 

En 2005 Monte El Viejo fue declarado Zona Natural de Interés Especial y Esparcimiento, figura de protección recogida en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León. Esta figura indica que el uso recreativo de estas zonas es perfectamente compatible con la conservación de sus valores naturales.

 

En 2007 se consigue la Certificación Forestal Sostenible (FSC).

 

En definitiva, el” Monte el Viejo” a lo largo de su existencia ha servido de sustento para las personas que vivían en la ciudad o sus proximidades, bien a través de la generación de pastos, tierras de cultivo, ganadería trashumante, extracción de piedra para cantería y obras públicas, y sobre todo leñas y carboneos con la madera de los bosques de encina y roble, las dos especies preponderantes de la gran masa forestal del monte.

Fuente:ITACyL

Hasta 1970, el tratamiento selvícola que se aplicaba en el Monte “El Viejo” era la matarrasa, éste tratamiento se aplica en monte bajo y consistía en la extracción de todos los pies a nivel del suelo queriendo conseguir con ello un rebrote masivo de la masa, a esta acción se la conocía por aquel entonces con el nombre de “sarda”. El monte se dividia en tranzones y se cortaba de forma ordenada para asegurar la perpetuación de la masa. La sarda se realizaba en invierno a savia parada para favorecer el rebrote.

Además de realizar cortas a matarrasa, había zonas donde se dejaba algún pie sin cortar (resalvo) para asegurar el mantenimiento de la masa, tenían como funciones las de producir semilla, proporcionar sombra al ganado…entre otras. A éstos resalvos se los conocía con el nombre de “Atalayas”. Este tratamiento recibe el nombre de resalveo clásico.

Desde 2001 y hasta el presente, se pretende cambiar la estructura del monte, se busca llegar a tener un monte alto por lo que se empieza a aplicar el resalveo de conversión. Consiste en realizar resalveos selectivos (tres o cuatro al año hasta obtener una estructura de fustal sobre cepas) eliminando los pies más defectuosos. El peso de corta debe situarse entre el 50-70% de la densidad inicial y la reducción del área basimétrica debe ser inferior al 50%.

ANTECEDENTES SELVÍCOLAS
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